Para que una empresa pueda conseguir un certificado de una norma ISO tienen que darse dos circunstancias:
- Que una empresa consultora implante el sistema de gestión en la empresa, y
- Que una entidad de certificación certifique que dicho sistema está correctamente implantado según la norma de referencia.
Actualmente, existen en el mercado diferentes empresas de certificación como por ejemplo, SGS, Bureau Veritas, Normas y Procesos, etc. Pero todas ellas se diferencia en un punto: La acreditación.
Mucho después de que existieran las entidades de certificación se creó ENAC (Entidad Nacional de Acreditación) organismo destinado a regular y controlar a las entidades de certificación.
A partir de este momento, el esquema general queda de la siguiente manera: ENAC, certificadoras y empresas. Es decir, ENAC acredita a las empresas certificadoras y éstas certifican a las empresas.
Pero no todas las entidades de certificación están sometidas al control de ENAC ya que son ellas mismas las que tienen sus propios controles internos que acreditan la calidad del servicio prestado sin tener que pagar un canon por ello.
En este punto, es importante resaltar y destacar el concepto de certificado. Un certificado solamente sirve para evidenciar que un sistema ISO (calidad, medio ambiente, Ohsas, etc) está correctamente implantado y mantenido dentro de la empresa.
Desde este punto de vista, la acreditación solamente es un requisito que solicita un cliente como pudiera ser que exigieran un determinado alcance o que el certificado estuviera en varios idiomas.
La única diferencia real entre un certificado acreditado y otro no acreditado es simplemente económica. Los certificados acreditados son más caros porque la entidad de certificación:
- Tienen que repercutir a ENAC una parte del importe de la factura de la auditoria, y
- Tienen que soportar una estructura mucho mayor.
En este sentido, la empresa no tiene porque pagar estos gastos que son expresamente de la entidad de certificación.
El hecho que realmente refuerza lo expuesto es que las entidades acreditadas por ENAC para ser más competitivas ofrecen a sus clientes certificados con o sin acreditación como ocurren en el caso de OHSAS 18000 (seguridad y salud en el trabajo).
En definitiva, la empresa no tiene porque soportar más gastos que los estrictamente necesarios siempre que las condiciones lo permitan.